Con la llegada del invierno, las temperaturas descienden y nuestras mascotas, al igual que nosotros, necesitan cuidados especiales para mantenerse saludables y cómodas. Aunque algunos animales están mejor adaptados al frío que otros, todos pueden verse
afectados si no se les proporciona el cuidado adecuado. En este artículo, te explicaremos cómo preparar a tu mascota para el invierno y qué precauciones tomar para garantizar su bienestar.
1. Adaptar el lugar de descanso. Acondiciona un espacio cálido y cómodo: Durante el invierno, es fundamental que tu mascota tenga un lugar donde pueda refugiarse del frío. Asegúrate de proporcionarle una zona cálida, bien aislada del viento y de la humedad, con mantas o cojines que la ayuden a conservar el calor. Además, si es posible eleva el lugar de descanso: coloca la cama de tu mascota un poco elevada del suelo puede ayudar a aislarla del frío que emana de superficies como el cemento o los pisos de baldosa.
2. Cuidados del pelaje: no afeitar a tu mascota antes del invierno: el pelaje es la principal protección natural que tienen los animales contra el frío, por lo que no es recomendable cortarles el pelo demasiado corto antes de la llegada de la temporada invernal. Si tu mascota tiene pelo largo, solo deberías recortar las áreas propensas a enredarse. Haz un cepillado frecuente: durante el invierno, algunas razas pueden mudar de pelaje para adaptarse al clima. Cepillar a tu mascota regularmente no solo ayuda a eliminar el pelo muerto, sino que también favorece una mejor distribución de los aceites naturales de la piel, lo que proporciona una mayor protección contra las bajas temperaturas.
3. Ropa para mascotas: ¿es necesaria? – considerar abrigos y suéteres: algunas mascotas, especialmente aquellas de pelo corto o razas pequeñas
como los chihuahuas o los galgos, pueden necesitar un suéter o abrigo cuando salgan al exterior. Es importante elegir ropa que sea cómoda y permita el movimiento sin restricciones, y que esté hecha de materiales que mantengan el calor sin causar irritaciones en la piel. – Cuidado con la humedad: si utilizas ropa para tu mascota, asegúrate de que no se moje durante las salidas. La humedad puede hacer que tu mascota sienta más frío. Lleva siempre un abrigo de repuesto en caso de que el que lleve se moje.
4. Hidratación y alimentación: agua fresca y limpia: aunque pueda parecer que tu mascota necesita menos agua en invierno, es crucial que siempre tenga acceso a agua fresca. Asegúrate de que el agua no se congele si tu mascota pasa tiempo al aire libre. – Ajusta la dieta si es necesario: algunas mascotas pueden necesitar una mayor ingesta calórica durante el invierno para mantener su temperatura corporal, especialmente si pasan mucho tiempo en el exterior. Consulta con tu veterinario para ver si es necesario ajustar la cantidad o el tipo de comida.
5. Protección de las patas: cuidado de las almohadillas: las superficies frías como la nieve, el hielo o las aceras pueden causar daño en las almohadillas de las patas de tu mascota. El uso de cremas protectoras o bálsamos especiales puede ayudar a prevenir el agrietamiento o la resequedad. Después de una caminata, limpia y seca las patas de tu mascota para eliminar cualquier residuo de sal, nieve o hielo, y revisa si hay cortes o irritaciones.
6. Cuidados específicos para mascotas mayores o enfermas: mayor sensibilidad al frío: las mascotas mayores o que tienen problemas de salud,
como artritis, pueden ser más sensibles al frío. Es importante proporcionarles un entorno aún más cálido y, en algunos casos, un refugio térmico como camas calefactadas o mantas térmicas. Monitoreo de enfermedades articulares: las temperaturas frías pueden empeorar los síntomas de las enfermedades articulares. Si notas que tu mascota muestra signos de incomodidad o rigidez al caminar, consulta a tu veterinario para ajustar su tratamiento o darle un suplemento adecuado para sus articulaciones.
7. Evitar la exposición prolongada al frío: paseos cortos y controlados: aunque los perros necesitan ejercicio durante todo el año, en invierno es recomendable reducir el tiempo de exposición al aire libre en días especialmente fríos o ventosos. Realiza paseos más cortos y asegúrate de que tu mascota no permanezca al aire libre demasiado tiempo.
8. Cuidado con el envenenamiento por anticongelantes: los líquidos anticongelantes, que suelen usarse en los vehículos, pueden ser
extremadamente tóxicos para los animales. Asegúrate de limpiar cualquier derrame que pueda haber en el suelo y mantener estos productos fuera del alcance de tus mascotas.
9. Atención a signos de hipotermia o congelación: síntomas de hipotermia: si tu mascota tiembla, parece letárgica, tiene las extremidades frías o su respiración se vuelve lenta, puede estar sufriendo hipotermia. En estos casos, es fundamental llevarla a un lugar cálido de inmediato y contactar a tu veterinario.
**Congelación: ** Las zonas más propensas a sufrir congelación son las orejas, la cola y las patas. Si notas que estas áreas están pálidas o frías al tacto, es importante actuar rápidamente y consultar a un profesional veterinario. Conclusión: El invierno puede ser una época desafiante para las mascotas, pero con las precauciones adecuadas, puedes asegurarte de que se mantengan sanas, cálidas y felices. Recuerda que cada mascota es diferente, y lo que funciona para una puede no ser necesario para otra. Mantente atento a las señales que te da tu mascota y no dudes en consultar a tu veterinario si tienes dudas sobre cómo cuidarla durante los meses fríos.
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