La castración en machos es quizá la cirugía más frecuente en la clínica diaria y se conoce con el nombre de orquiectomia. Se trata de un procedimiento quirúrgico que conlleva la extirpación de los testículos. De este modo, se impide la reproducción y disminuye la producción de hormonas sexuales (testosterona), lo cual afecta directamente a su comportamiento.
Sus principales indicaciones son:
- Eliminar la posibilidad de tener camadas indeseadas
- Disminución del riesgo de desarrollo de tumores testiculares y problemas prostáticos
- Evitar la propagación de enfermedades de transmisión genética
- Problemas de marcaje urinario (que orinen donde no deben)
- Problemas de comportamiento sexual (monta)
- Problemas de dominancia y agresividad (peleas, problemas de territorialidad)
La castración difiere en función de la especie que se trate:
En gato macho: es una cirugía menor, de hecho no requiere de la realización de un examen pre-quirúrgico previo y se realiza bajo sedación profunda. En cuanto empecemos a ver los primeros síntomas de marcaje es momento de castrar a nuestro amigo. La incisión que se realiza para llevar a cabo la orquiectomia se localiza a nivel de la bolsa escrotal y es tan pequeña que se deja cerrar por segunda intención sin necesidad de suturar. El post-operatorio requiere de una semana mínimo de tratamiento con antiinflamatorio y antibiótico y lo más importante, que el gato no se lama la zona de la herida, pues de ser así la incisión se puede llegar a infectar y retrasar la cicatrización.
En perro macho: la cirugía es algo más invasiva y es necesario realizar un examen pre-quirúrgico previo que incluya una analítica sanguínea, una radiografía de tórax y un electrocardiograma que nos permita conocer el estado general del animal antes de realizar la anestesia. En este caso, la incisión se realiza entre el pene y el escroto y sí requiere de sutura posterior. El post-operatorio es el mismo que en el gato pero debemos prestar más atención a que nuestro amigo mantenga un reposo mínimo para que la cicatrización sea favorable así como ayudarnos de un body o collar isabelino que impida que llegue a lamerse la zona de la herida.