EL GATITO CACHORRO

Poco a poco los gatos han ido conquistando nuestros hogares, y digo conquistando y no compartiendo, porque una vez que decidimos introducir un gatito en nuestro hogar, este pasará a ser suyo. El gato es una especie territorial, independiente y no jerárquica, y esto para nada tiene porque ser un aspecto negativo siempre y cuando seamos conscientes de ello.

Antes de la llegada de un gatito a nuestro hogar, primero debemos “adaptarlo” para que se convierta en un sitio cómodo y seguro para nuestro nuevo amigo. Debemos tener en cuenta que los gatos no solo se mueven por el suelo, sino que también conquistan las alturas por lo tanto es bueno preservar y proteger cables, electrodomésticos, etc. que pudieran estar a su alcance, además siempre es conveniente limitar el acceso a ventanas con mosquiteras o con cualquier dispositivo que impida una posible caída al exterior.

Una vez que el gatito pisa por primera vez “SU” nuevo territorio siempre es recomendable que sea de forma progresiva, es decir, que vayamos presentándole la casa por estancias, por ejemplo, la primera semana la cocina, la segunda semana cocina y baño, tercera semana, cocina, baño y pasillo, y así hasta que conozca todas las dependencias. De esta forma evitaremos que se estrese y que se vaya adaptando poco a poco al nuevo ambiente. Este procedimiento siempre es recomendable cuando se produzcan cambios de domicilio, ya sea por mudanzas, vacaciones, etc.

Una vez este asentado en su nueva casa, diferenciará varias zonas:

  • Zona de alimentación: siempre tendrá alimento y agua a su disposición, lo mantendremos limpio y nunca cerca de la zona de eliminación. Se recomienda siempre tener un comedero y un bebedero más al número de gatos que haya en la casa. Nota: algunos gatos buscan agua en movimiento a la hora de beber, por lo que podemos ayudarnos en estos casos, de fuentes en lugar de los típicos bebederos.
  • Zona de eliminación: nos referimos a los areneros, donde el gato va a ir a realizar sus deposiciones. Siempre han de estar limpias, nunca cerca de las zonas de alimentación y deben ser accesibles, cómodas para entrar y lo suficientemente grandes para que el gato este a gusto. Al igual que ocurre con la zona de alimentación, es recomendable tener una bandeja más al número de gatos que haya en la casa.
  • Zona de descanso: las elegirá el gato, normalmente suelen ser zonas altas, donde el este tranquilo y a gusto y pueda retirarse siempre que no quiera ser molestado. Además, buscará zonas donde pueda tener buenas panorámicas de su territorio.
  • Zona de juego: todo lugar que contenga un estímulo para el gato. Puede ser cualquier cosa con la que se entretenga, pero además podemos estimularle nosotros ya sea tanto con juguetes específicos para gatos, como con rascadores, cajas, bolsas, etc. que siempre son una atracción para ellos.

En cuanto a los cuidados veterinarios, es importante antes de empezar con la vacunación y no antes de los dos meses, testarlo, esto es, descartar que nuestro nuevo amigo es negativo a leucemia e inmunodeficiencia mediante un test rápido de sangre. Una vez que nos hemos asegurado de que nuestro compañero está completamente sano empezaremos con las vacunas. Hay dos vacunas principales, la vacuna trivalente, que protege frente a rinotraqueitis, calicivirus y panleucopenia, enfermedades que se pueden transmitir por fomites, es decir, de forma indirecta, y la vacuna de la leucemia felina, enfermedad que solo puede contagiarse de manera directa, lo que requiere el contacto estrecho entre un gato enfermo y otro sano. Además de las vacunas y aunque nuestro gatito sea indoor (aquellos gatos que no salen de casa), es recomendable al menos 3-4 veces al año realizar una desparasitación interna, ya que estos se pueden transmitirse de forma indirecta, sin necesidad de que este salga al exterior.

Como requerimientos obligatorios por ley, se exige identificar a todos los gatos mediante microchip y vacunarlos de rabia solo en el caso de que vayamos a viajar con ellos al extranjero.

Clínica Veterinaria Madrid Suanzes.